Clara cascada
el tiempo lava
la piedra
Inquietante
por la pureza del blanco
asoma la pasión
Solo en la rama
el pajarillo detiene
su canto
Extenso arenal
entre duna y duna
duerme el viento
Nubes blancas
el cielo nos deja
inexplicables
Sobre las rocas
niebla ligera de mar
esparciéndose
Tenuemente azul
anochece sobre el puerto:
luces lejanas
Cielo violeta
el mar esconde
tus palabras
En el ocaso
sólo el ropaje blanco
de la noche
Tenue amanecer:
cielo empozado
entre los charcos